Divina

A mi me mola ser friki. Unas veces más y otras menos, eso sí. Que ser friki cuesta lo suyo... Si eres friki, siempre te pasan cosas curiosas, totalmente inverosímiles. Cuando las cuentas con humor, la gente te mira raro y piensa que tienes una gran imaginación. Cuando lo único que tú haces es contar tus penas... que con risas son menos penas. Qué rara es la gente!

Ser friki conlleva un cierto grado de masoquismo. Siempre te toca ir contra la corriente y eso, quieras o no, desgasta. Delcar me decía hoy que, viendo cómo somos y con quién nos juntamos, en nuestro entorno más cercano no se salvaba ni el gato (y menos aún la gata) de un alto grado de rareza. Y es cierto como la vida misma. A la gente "normal" nos la hemos ido dejando por el camino... o nos habrán huído haciendo alarde de una gran dosis de sentido común?

No se y tampoco me importa. Ahora estoy en un punto de equilibrio perfecto, yo y mis rarezas, mis rarezas y yo. Ayuda que no haya un hombre entorpeciendo tu equilibrio, sobre todo en mi caso, que yo siempre he sido mujer de equilibrio distraído. Pero, en serio, estoy en uno de esos momentos de la vida en que me siento plena. Un momento casi perfecto...

Delcar, que es mi Pepita Grilla(da) particular, ya hace tiempo que me avisa que tengo un imán para los problemas. Que lo mio siempre es el más difícil todavía y que me pone el reto de lo imposible o, en su defecto, el morbazo de lo prohibido. Pero esta vez estoy orgullosa de mi misma. Mantengo a raya los peligros con cierto grado de soltura... será que me estoy haciendo mayor?

Que sea lo que sea. Hoy me siento diva. Hoy estoy divina.