Aquí estoy de nuevo. Enfrentada a un artículo en blanco.
Con ganas de escribir. Y sin saber qué contáos...
Ayer, en pleno subidón de fiebre, se me ocurrió una idea genial para un artículo... pero ya no me acuerdo. Así que voy a utilizar la técnica de Dani. Escribir sin pensar. Aunque he de decir que se me da mejor esto de pensar si escribir.
He perdido práctica. Es lo que tiene tener el blog tan abandonado.
Últimamente estoy mimosa. Me pongo así siempre que estoy malita... y a veces, hasta sin estarlo.
El otro día le decía a una amiga que tenía mono de enamorarme, aunque fuese por un día. Casi se muere de la risa. Y encima va y me pregunta la tía que si me han abducido... que la que habla no puedo ser yo!
Llevo mal esta imagen de mujer fría y fatal que me han adjudicado. Que una cosa es tener el gen de la soltería, a mucha gala, y otra muy distinta querer ejercerla hasta el extremo de no comerme un colín.
Y la cosa está fatal. Pero ya no se si es que no hay hombres interesantes en mi universo social, o es simplemente que, como dice la Pequeña Silvi, soy demasiado selectiva. Ser o no ser (selectiva). Esa es la cuestión.
La verdad es que hace tiempo que noto que Huesca se me queda pequeño en muchos sentidos. Cada cambio de estación me pasa lo mismo. Tengo un reloj dentro que me impulsa a hacer cambios en mi vida en Primavera y Otoño. Que me dice que algo tiene que cambiar o que tendré que morir en el intento... y en esas estamos. Cambiando.
Pero los cambios no son fáciles. Y si no, que se lo cuenten a los de cambio radical. Todo cambio duele. Aquí y en la China. Mira tú.
Con el tiempo una se vuelve comodona. Deja pasar oportunidades que en otra época hubiese exprimido hasta el infinito... y más allá. Te vuelves cauta, celosa de tu intimidad, de tu independencia y de tu modo de vida. Y eso, de siempre ha sido un inconveniente para los cambios radicales. La edad. Es lo que tiene.
Al final va a ser cierto. Soy muy selectiva. En mi vida laboral. En mi vida cotidiana. En mi vida sentimental. Y hasta en mi vida social.
Ser o no ser... Esa, es la cuestión.
10 comentarios:
Gata Lola, nadie podría haber explicado mejor que tu lo que es... mi vida. Debe ser una epidemia o algo así por que conozco mucha gente en la misma situación. Lo malo es que la costumbre es muy mala y al final te vuelves hasta un poco egoísta. Ya sabes, tu vida para ti sola y tal. Los cambios de rumbo siempre son buenos incluso, paradojas de la vida, aunque sean para peor.
Ante esto más vida social (eufemismo de más bares) que lo cura todo. A mi me funciona, o al menos me anestesia un poco la situación.
Yo me enamoro 30 ó 40 veces al día, pero me dura tan sólo unos segundos.
Sí, los cambios son jodidos, a mi no me gustan nada. Tal vez sea demasiado pachorras, pero me cuesta un montón adaptarme a ellos.
Spanish dejate de chorradas, los cambios a peor no son buenos ni de coña. No me jodas, lo que pasa es que cambios a mejor hay muy pocos en la vida y a peor los hay a patadas. Y hacemos de tripas corazón y al final conseguimos arreglar las cosas. Y cuando ya está todo solucionado se nos olvida la currada que nos hemos pegado para arreglar el tema.
Ay, Spanish, mal de muchos... Debe ser el gran mal de los 30. Querer y no poder. Poder y no querer. Al final va a ser esa la cuestión.
La vida social en Huesca ya se me queda pequeña. Tengo sed de cultura, mono de novedades, necesidad de nuevos aires. Lo malo es que me falta tiempo para buscar todo lo que me falta y encima a lo que aspiro los fines de semana es a tener un poco de paz y de silencio... Ves?, al final la cosa queda en querer o no poder y poder y no querer...
Qué rara es la vida a los 30!
Dani es que tú siempre nos has sido un poco canalla y un poco infiel a tus glamourosas del alma. Pero nosotras, que somos la mar de buenas, te lo perdonamos todo con tal de que nos escribas un estupendo artículo cada miércoles.
La vida es un (inter)cambio contínuo... a veces, hasta de fluídos!
Pues si que estamos bien, pero lo miras con malos ojos, tengo una amiga Asturiana que dice que Huesca es genial, quizas no por la calidad, todos sabemos como somos, pero si por cantidad, y es que esta ciudad hay mas hombres que mujeres, esto es asi Aqui y en la China Popular, solo hay que ver en ocasiones los bares, que parece la Fiesta del Palo
Hombre Dani, no se, cuando hay que cambiar hay que cambiar, y punto. Y si es a peor, a johdehrseh, pero es peor no cambiar cuando el momento lo exige. A eso me refería, aunque malamente explicao, como siempre...
Y mira, yo tambien me enamoro 27 veces al trimestre, pero me dura menos que a ti, je.
Gata Lola, si Huesca se te queda pequeña... mueveteeeeeeeeeeee. Ya.
Gata, eres muy selectiva...en el otro extremo estoy yo... y a mitad camino nuestra querida Patri!
Hay épocas, temporadas...lo cierto es que cuando uno se acostumbra a tener o no tener algo se vuelve comodón, aunque la situación no sea la idónea. Yo ODIO los cambios, pero reconozco que me sientan muy bien y pienso que son necesarios, tanto los buenos como los malos, ya que los primeros nos reconfortan y los segundos nos hacen espabilar.
Ah! y debo ser de las pocas personas que adora wisconsin...la verdad es que cheposlovaquia me atrae cada vez menos...
Karlos con los ojos vuertos os miro a todos! Jajaja
No, en serio. No es que no haya hombres en Huesca. Es que son (los otros, vosotros no, que sois más majos que las pesetas) de lo más soso de España y parte del extranjero! Vamos, que en vez de sangre les corre horchata por las venas y tienen menos conversación que un muñeco de play movil... en fin, cosas de huesconsin. Ya se sabe.
Spanish si tuviese tiempo me iría muy muy lejos. Pero por desgracia en este momento sólo me resta volar con la imaginación y el derecho inalienable al pataleo.
Me consula pensar que en verano me voy a vivir 3 meses fuera a verle las tripas a Expo desde dentro. A ver si va a ser como el cuento de la ballena que se tragó a un niño. O era el niño el que se tragaba a la ballena?
Peque eres tú la que me pone fama de femme fatal. Que te tengo calada!
Yo adoro Huesca, pero a veces me asfixia y me siento como una pantera encerrada en una jaula muy muy muy pequeñita.
Cari, si necesitas un cambio haz como yo. Cada vez que necesito darle un giro a mi vida me voy a la pelu y me transformo... funciona, te lo aseguro... te dejan estupenda de la muerte... y todo lo demás ya vendra sólo, si tiene que venir.
...entonces, algo a medio camino entre La Gata y la Peque,..., como resultado, emmm...,...pues..., entonces... ¿doy yo? Y eso traducido, ¿yo soy cómo? ¿Según tengo el día soy Gata selectiva y según no Peque no selectiva?
Pues va a ser que sí, porque soy selectiva de boquilla, y luego así me va, que me encuentro cada mindundi... en fin.
Gata escapa cuando puedas y vuelve cuanto antes, porque lo bueno de escapar es que ves la grandeza de lo que tienes. Y te aseguro que es mucho. Lo demás, lo que falta, ponlo cuando tengas un ratico, no lo desperdicies en lamentarte.
Mimosa, miau... y aunque seas una Femme Fatale, ronronea de vez en cuando, ya verás como los mimos llegan solos.
Dina amor, yo a la peluquera la tengo en casa y ni aún así!
Qué iba a hacer yo sin mi melena de leona?
Del eres un cruce extraño entre dos extrañas... es lo que tiene. Que todo se pega. Sobre todo las rarezas.
Rrrrrrrrrr....
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