Vacaciones de Semana Santa

Bueno señores y señoras, por fin llegaron las vacaciones de Semana Santa. La verdad es que no sé por qué se llaman vacaciones de Semana Santa, porque en realidad la semana entera no la tiene de fiesta nadie, excepto algunos privilegiados como nuestra pequeña Silvi. No son más que dos puñeteros días, que vienen muy bien eso sí, pero están lejos de ser una semana. No nos engañemos.
Por otro lado está lo se santa. ¿Me quiere decir alguien que va a hacer esta semana que sea digno de santificar? No enredemos, vamos a utilizar estos días para satisfacer todos nuestros vicios, para purificar nuestro cuerpo olvidándonos de la pureza de nuestra alma. Que el cuerpo sabemos que existe y debemos cuidarlo y mimarlo pero lo del alma aún está por ver. Cuando sepamos seguro que está ahí ya nos encargaremos de ellas.
¿Y qué decir de las procesiones? Una panda de pesados vestidos como el cucus clan que no hacen más que ruido. Y no sólo durante la Semana Santa, sino que no contentos, los tíos están tres meses antes molestando al personal con sus ensayos. Y qué bonito es salir de trabajar a las ocho de la tarde con unas ganas locas de llegar a casa para tirarte en el sofá y que estén todas las calles cortadas y sea imposible llegar a tu casa porque están los de los bombos dándole caña al asunto. Ayer mismo tuve que dejar la moto en la calle, bastante lejicos de casa, porque no pude meterla al garaje al estar todos los accesos cortados. No contentos con eso cuando fui andando a mi casa después de abandonar mi moto por ahí, me vi obligado a atravesar la marabunta de gente que se agolpaba para ver a los del cucus clan. La gente más o menos me dejó pasar, aunque se escucho alguna protesta. Al llegar a la primera fila, que estaba ocupada por una maruja gorda, se vivieron momentos de gran tensión debido a la falta de educación, no por mi parte sino por la de la gorda.

- Por favor señora, me deja pasar.
- No.
- Señora, me deja pasar.
- Mira que listo, llega el último y se quiere poner el primero.
- Oiga, que yo lo único que quiero es ir a mi casa.
- Pues pasa por otro lado.
- Mire, voy a pasar por aquí quiera o no. ¿Me deja pasar?
- No.
Así que apartando de un empujón a la gorda, cosa que me costó gran esfuerzo, pasé por fin la muralla humana dejando atrás a la maruja ballenata que encima se quejaba y me llamaba cosas muy feas.

En fin, que no me gusta todo este paripé que se monta en Semana Santa. Ya sé que es una tradición muy arraigada en nuestro país y que hay mucha gente que se emociona con ello. Esto no es más que una opinión personal, no un ataque a nuestras tradiciones. Y como estamos en Semana Santa, hoy es miércoles y ésta es mi sección, pues yo escribo lo que pienso. El que piense que la Semana Santa es maravillosa, que escriba un post en su blog. Que aquí, por lo menos por mi parte, no lo va a encontrar.
Saludos a todos y a disfrutar de las vacaciones, si os dejan los del cucus clan.

La foto está robada de otro blog, "El rincón de OtaRan". Disculpad el robo, pero es que era perfecta para mi post.