Aquí estamos, otra vez, sin nada que contar.

Hubo un tiempo en que las ideas fluían por mi cabeza cual torrente de aguas bravas y ponerse a escribir era un placer porque mis dedos presionaban las teclas del ordenador sin pensar y siempre surgía algo, sino bueno (que donde no hay mata no hay patata) sí divertido. Esos días dorados han pasado ya, por desgracia, y cada vez me cuesta más rellenar mi espacio con unas lineas que no os aburran demasiado. La semana pasada prometí que volvería con algo que contar, pero os vais a tener que conformar con que vuelva y punto, como veis sin nada que contar.
Podríamos hablar de deporte.
De que ya queda menos para que España palme en cuartos, contra Italia. ¿Aún hay alguien que piense que vamos a pasar a semifinales? ¿Recordáis como lloraba Luis Enrique cuando Tassotti le rompió la nariz? ¿Y la diferencia entre un tonelete llamado Julio Salinas y un fenómeno llamado Roberto Baggio?

Del ascenso de la S.D.Huesca a segunda división, donde el año que viene se enfrentará al Zaragoza de mis amores (a mi pesar, que no da más que disgustos). Bonito y amistoso(espero) derbi.

Podríamos hablar de economía.
Yo pongo mi número de cuenta para que vosotros ingreséis en ella la voluntad, y así poder pagar las deudas que me van a ocasionar las dos porras de la eurocopa en las que estoy jugando. A saber. En una de ella me ha tocado Francia y Austria. Y en la otra República Checa y Polonia. El que esté siguiendo mínimamente el campeonato sabrá que eso significa pagar mucha pasta. Pero bueno, este tema no creo que os interese mucho.

Podríamos hablar de la mentira.
No por nada, simplemente para poder compartir con vosotros este vídeo que me ha hecho mucha gracia y conseguir así arrancaros una sonrisilla ya que difícilmente lo habré conseguido con lo escrito hasta ahora.

¿Habéis escuchado alguna vez tanta sabiduría en menos de tres minutos? Sublime.