La noche del cosecheitor

Huesca es una ciudad que respira glamour por cada rincón, por cada calle, cada plaza, cada poro de su piel...Un lugar donde sus gentes destacan por su sencillez y elegancia al mismo tiempo, por su simpatía, buen humor y sobre todo por su discreción...características de personas chic, distintas, en fin, elegantes en sí mismas y llenas de esta expresión que inaugura nuestro bloc, efectivamente: llenas de GLAMOUR.
Un badil puede ser glamuroso, en efecto, cualquier cosa o persona que se lo proponga lo puede ser.
La noche oscense estalla con la cantidad de personas que, eso, pretenden ser glamurosas. Algunas lo consiguen y marcan tras de sí una gran admiración y son, dignas de imitación. Otras, lamentablemente, se quedan en el intento...no sé, se tiñen los pelos de colores llamativos, utilizan bolsos enormes (de estos que ahora están de moda) gesticulan al hablar...pero nada, que no hay tu tia!
Pasó una noche que estábamos todas las maris de marcha. Llegó el momento de las fotos, estábamos radiantes, guapísimas, llenas de humor, de gracia y de salero. Todo el mundo nos miraba. Hubo un momento en que quise enviar nuestra foto de grupo por el móvil y activé el "blootuz"...de repente, mi móvil se volvió loco, no cabía en sí...no sé, le pasaba algo extraño...esperé y en su pantallita aparecieron varios contactos de móviles que pululaban por el bar...mi móvil había encontrado a "cosecheitor". ¡Si! c o s e c h e i t o r... él estaba entre nosotras...tras terminar sus labores rurales, se afeitó, se puso la muda limpia, se perfumó y salió de casa, de marcha, con los amigos.
Me di cuenta y pensé: esto es Huesca, mi Huesqueta, llena de glamour en cada bar, en cada rincón y en cada momento...
Sirva esta pequeña digresión para entrar en este mundo de "huisconsin" en el que nos movemos, en nuestra pequeña burbuja, llena de contradiciones mágicas que hacen dar rienda suelta a nuetro ingenio...
Con mucho amor,
deseo larga vida a nuestro bloc.