
Ya es oficial. ¡Me ponen los feos!
Pues sí, ayer al medio día, antes de ponerme a hacer algo productivo, vi un trozo de un capítulo de Friends en el que salía como estrella invitada Jeff Goldblum y me acordé que es un tío que me daba morbo. Eso unido a que el otro día vi Tierra y que Nancho Novo y Carmelo Gómez me ponían, me hizo plantearme la situación.
¿Será que me ponen los feos, o simplemente es que ya llevo demasiado tiempo de sequía?
Es más, una vez planteado el dilema, me puse a pensar en feos del cine a ver qué pasaba. Gérard Depardieu tenía su aquel antes de comerse a su malvado hermano gemelo, Jean Renó también tenía un je ne se qua en Ríos de color púrpura, Ben Stiller que también tiene un puntito, ... y empecé a asustarme!
Pero luego recordé a Willem Dafoe, a Gabino Diego, a Steve Buscemi en Fargo, a Rob Schneider en Gigoló (ughhhhhh), Jim Carrey (en todas partes) y a tantos otros feos de la historia cinematográfica y me di cuenta de que no. Que los feos, así en general, no me ponen nada. Lo que pasa es que hay feos y feos que tienen su punto... Y es que en el cine no es oro todo lo que reluce, ni mierda todo lo que huele mal y son capaces de presentarte en pantalla al tío más difícil de digerir y que parezca atractivo... El milagro del cine creo que lo llaman y a veces sí, hacen milagros.
Y qué queréis que os diga, visto así, yo me quedé mucho más tranquila. Que ya me veía yo paseando por el Coso del brazo de mi Frank - Enstein!
Y es que, feos sí... pero con puntito!