Quisiera ser el guardián entre el centeno

Mis queridos glamour@s:

Tras mucha insistencia por parte de Gata Lola de escribir algo sobre literatura en el blog, hoy, mañana fría pero soleada de domingo, he pensado que...puede ser el día.

Antes de entrar en pormenores, os tengo que decir que, en general, me cuesta hablar de literatura, mejor dicho, me cuesta escribir de literatura. Creo que fue San Agustín el que dijo algo así sobre la belleza...la flor te puede gustar por admirarla tal y como es, como tú la ves en ese momento o que la puedes disfrutar quitándole poco a poco los pétalos llegando así a la esencia de la misma...yo soy de las que admiran a la flor así, tal cual es y pienso, por tanto, que la literatura es leerla, los libros hablan por sí mismos y muchas veces (creo que la mayoría), no hace falta hablar de ellos y analizarlos demasiado (aunque con esto tire piedras sobre mi tejado). Un libro o un cuadro o lo que sea te gusta porque sí y en eso está la magia.

Para ello, he pensado que mejor que contaros un libro, una forma bonita para presentarlo es escoger un fragmento y deciros en pocas palabras lo que significó para mí...de nuevo, os tenéis que fiar de mi elección. El libro que he elegido para inaugurar esta sección es una obra muy especial para mí porque fue la que me abrió el susodicho mundo de la "literatura", el mundo interminable de los libros y las lecturas...algo que empecé hace mucho tiempo y que creo que me acompañará el resto de mi vida: leer. Una vez, una profesora de la universidad nos dijo en una de sus clases que los amigos te podían fallar pero que un libro nunca lo hacía...siempre fieles, en el sitio que los colocas y dispuestos a compartir contigo cualquier momento...cualquier momento de insomnio, cualquier momento de "tierra, trágame"...siempre. Conocer personas, situaciones, lugares, y dejarte llevar por una buena narración. El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger fue junto a la segunda parte del Quijote mis iniciadores en lo que se convirtió en mi pasatiempo preferido y en mi profesión.

Hoy he elegido El guardián. Y qué decir de él... que es una pequeña obra maestra. Es un libro con historia ya que el asesino de John Lennon afirmó haber leído este libro (parece ser que lo tenía en su mesilla de noche) y afirmó estar influenciado por él. En fin, paradojas de la vida...por esta razón, estuvo censurado en EEUU. Entre muchas cosas que se puede decir del libro os diré que el protagonista es un adolescente que no sabe muy bien qué hacer con su vida en medio de un ambiente de presiones y problemas familiares y rodeado de falsedad, ¿os suena? Allá va entonces un pequeñísimo fragmento que he elegido deseando que disfrutéis con él, que os haga pensar y paséis un feliz domingo de diciembre...

"...Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir, que no hay nadie mayor vigilándoles, sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar a donde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura..."

"Si un cuerpo encuentra a otro

cuando van entre el centeno "

(Poema de Roberts Burns)